viernes, 1 de julio de 2016

Ich will nicht allein sein



Hablo con gente con la que realmente no quiero hablar sólo porque me hacen caso, aunque sea un rato. Mientras me conocen, por un tiempo. Luego, como el resto, me olvidan. Me siento sola. No tengo amigos, no hablo con mi familia, no tengo pareja. Estoy sola. Me resultan absurdas esas personas que rodeados de gente que los quiere desean la soledad, o dicen quererla, probablemente por moda, por sentirse alternativos. No creo que sepan cómo se siente. Cómo es no tener nadie a quien contarle tu día, tus miedos, tus logros. No tener a nadie con quien compartir un café o un paseo, ni tan siquiera alguien a quien decirle hola.
Si no fuera por esas personas intermitentes que conozco un tiempo por redes sociales y luego desaparecen al no dar más de sí o no poder conmigo, me pasaría meses sin hablar algo más que si hace frío, o decirle lo siento a un extraño al que golpeé por accidente. Me pasaría meses manteniendo conversaciones conmigo misma o con mis perros. Y es una sensación terrible.